La colaboración entre todos los países y pueblos del mundo, al margen de su raza, religión y cultura, es más bien una obligación moral, que no una cuestión política.
Desde el cielo, el mejor mensaje no son las bombas. Del cielo tendrían que caer alimentos, dinero, medios... El cielo no se formó para "hacer la guerra".
En occidente las cosas no van bien. Demasiados conflictos. Problemas económicos y sociales que se multiplican.
En cambio, nos aferramos a nuestro "ego" y pretendemos exportar nuestro modelo de democracia, social y económica.
El control, a nivel mundial, de las grandes potencias, puede aportar algo de luz a tales actuaciones.
Amparándose en el consabido "matemos al dictador"," acabemos con el terrorismo" se esconde también un claro mensaje: "queremos seguir dominando el mundo".
El presidente Obama no tendría que entrar en éste juego. Imagino que en su mente, muchas de las cosas que ahora ordena a nivel de política exterior, le han sido impuestas y no son fruto de sus ideales más puros.
Me disgusta pensar que su reunión con David Cameron, no fuera al más puro estilo colonialista.
EE.UU y Europa, tienen que permanecer unidos e integrar en dicha unión al resto del mundo. Saber aprovechar los ideales de las diversas revoluciones que se distribuyen por doquier, para mostrar su carácter más humano.
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