Bajo el título que he escogido para hoy, intento reflejar la tónica general del discurso político de nuestros dirigentes.
Ellos siguen enzarzados en desencuentros clásicos. Detrás, seguramente, se esconden las verdades que ninguno quiere admitir. Mientras nosotros, los ciudadanos de a pie, llevamos el día a día cada vez con más limitaciones. Los precios siguen por la nubes, aunque sin tocar un techo que, se me antoja infinito.
El mundo laboral sigue dando palos de ciego. Parches para tapar la insolvencia de unos sindicatos caducos y desvirtuados.
Las familias vivimos al límite del esfuerzo diario, para poder seguir hacia adelante.
Otro club de fútbol español, ha sido comprado por capital extranjero.
¿Hasta dónde llegará nuestra necesidad de capital extranjero?
No hay comentarios:
Publicar un comentario